Una breve historia de casi todo – Bill Bryson -Palabras | LANACION.com
Si pudieras visitar una célula no te gustaría. Aumentada hasta una escala en que los átomos fueran del tamaño de arvejas, sería una esfera de unos 800 metros de ancho, sostenida por un complejo entramado de vigas llamado citoesqueleto. Dentro de ella van de un lado a otro, como balas, millones de objetos, unos del tamaño de balones y otros de automóviles. No habría un sitio en el que pudieras estar sin que te golpearan miles de veces por segundo en todas direcciones. El interior de una célula es un lugar peligroso hasta para sus ocupantes habituales. Cada filamento de ADN es dañado cada 8,4 segundos (10.000 veces al día) por sustancias químicas u otros agentes, y cada una de estas heridas debe suturarse a toda prisa para que la célula no muera. Son especialmente vivaces las proteínas, que vuelan unas sobre otras hasta 1000 millones de veces por segundo. Las enzimas corren por todas partes, realizando 1000 tareas por segundo. Construyen y reconstruyen moléculas, como hormigas obreras muy aceleradas, sacando una pieza de ésta, añadiendo una pieza a aquélla. Algunas controlan a las proteínas que pasan, y marcan con una sustancia química a las que están muy dañadas. Una vez marcadas, las proteínas defectuosas se dirigen a una estructura denominada proteosoma, donde son despiezadas y sus componentes se utilizan para formar nuevas proteínas. Todas llevan una vida increíblemente frenética que está totalmente fuera del alcance de nuestra imaginación.
Bill Bryson nació en Estados Unidos, pero vive en Inglaterra. Es un ameno y exitoso escritor de libros científicos. Publicamos un fragmento de su obra Una breve historia de casi todo .
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Publicado el 2 diciembre 2007 en Cs. Naturales, Visualizar y etiquetado en Cs. Naturales, Visualizar. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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