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Historia de la Internet
Al mejor estilo de los contenidos de Discovery, nos trae ahora en dos excelentes alternativas: un video y una línea de tiempo. El Show de aproximadamente 50 minutos, narran en español el impacto de la Internet en nuestras vidas al estilo programa de televisión.
La línea de tiempo presenta un sitio interactivo en formato de tarjetero, con la línea de tiempo de los sucesos que han marcado hitos en el desarrollo de la misma que incluye elementos de fotografías y videos de algunos de esos sucesos.
InterLink Headline News 2.0 — Historia de la Internet
Atlas del Conocimiento Humano « Tall & Cute
Los aztecas tenían una aritmética propia para calcular superficies | LANACION.com
«Allí figuran las propiedades de los señores y sus tierras -cuenta Jorge y Jorge durante una comunicación telefónica con Ciudad de México-. En una parte están los perímetros de cada parcela y en otra, las áreas.»Como se observa en la foto de la derecha, la notación azteca empleaba puntos y rayas. «El punto equivale a 20 y la línea, a 1 -explica-. El cinco se escribía con cuatro líneas verticales y una horizontal arriba. Las unidades menores eran representadas por glifos de manos, corazones y flechas. Como unidad, ellos usaban el tlalquahuitl , que, de acuerdo con cronistas nativos, equivalía a tres varas españolas de 83 centímetros cada una. Eso nos da un aproximado de 2,5 metros por unidad ( tlalquahuitl ). La unidad de superficie equivale a alrededor de 6,25 m2.» Los otros glifos que figuran en los terrenos indican el tipo de suelo (arenoso, pedregoso, de tierra roja o amarilla).
Tanto el códice Vergara como el Santa María Asunción corresponden a dos barrios perfectamente localizados a 6 km de Texcoco, a unos 40 minutos de Ciudad de México. «Como a veces los perímetros no están claros, pudimos trabajar sobre 369 cuadriláteros. Uno por uno, tratamos de ver qué clase de algoritmo, qué razonamiento utilizaban para calcular esas áreas.»
La tarea fue «de picar piedra», dice Jorge y Jorge. «Primero uno piensa: ¿cuál es la fórmula más trivial, más sencilla? -cuenta-. Bueno, la multiplicación de dos lados adyacentes. Y una porción de los terrenos coincidió exactamente con este cálculo.»
En total, los antiguos pobladores del imperio centroamericano utilizaban cinco sistemas. Promediaban los lados opuestos y multiplicaban el resultado por un adyacente; promediaban los lados opuestos y los multiplicaban entre sí (la regla del agrimensor, utilizada por los sumerios); dividían el cuadrilátero en dos triángulos, calculaban las áreas (base por altura sobre dos) y las sumaban; sumaban o restaban la misma unidad a lados adyacentes y los multiplicaban.
«En 287 de los 369 casos, con estos métodos llegamos exactamente al mismo resultado», concluye Jorge y Jorge.
Los aztecas tenían una aritmética propia para calcular superficies | LANACION.com
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Intel Educación: Designing Effective Projects: Índice de Planes de Unidad: Romeo y Julieta: una impresión de nosotros mismos
Romeo y Julieta: una impresión denosotros mismos
Grados: 8-12
Materia: Literatura inglesa
Temas: Literatura, Shakespeare
Aprendizajes claves: Temáticas y problemáticas, términos literarios
Tiempo requerido: 4 semanas para la unidad, y 2-4 semanas para la culminación del proyecto.
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El Mate – Para memoriosos | LANACION.com
En 1596, apenas dieciséis años después de la refundación de Buenos Aires por Juan de Garay, el procurador Alonso de la Madrid elevó este informe a la corona: “Es una vergüenza Mientras los indios toman mate una vez al día, los españoles lo están haciendo todo el tiempo”.
Ese llamado de atención sucedía a otro, del cura Pedro Lozano, según el cual la Ilex paraguaiensis -la yerba mate- amenazaba “destruir al género humano”, o por lo menos a “la nación miserabilísima de los indios guaraníes”. Durante el siglo XVII, el Santo Oficio, alto tribunal de la Inquisición, reiteró que “más que un vicio, el mate es una superstición diabólica”, y tal parecer coincidía con el de Hernando Arias de Saavedra, gobernador del Río de la Plata: en 1616 le hizo saber a Felipe III que tal pócima provocaba “destrucción física, holgazanería e irreligiosidad, porque ni siquiera se pueden aguantar a que se diga misa sin tomar esa yerba”. Por ese motivo impuso azotes y cárcel a quienes fueran encontrados tomando mate, y ordenó que se decomisara cuanta yerba tuviesen en su poder los porteños, para luego quemarla y sus cenizas arrojarlas al río.
Esta es una de las insólitas historias que recoge un libro delicioso, Proezas argentinas (Edhasa, 2005), cuyo autor, Hugo Caligaris, destaca que el hábito de matear dejó de ser indigno y maléfico en tiempos de Juan José Vértiz, virrey entre 1778 y 1784, al que se debe un curioso reglamento de horarios en que los trabajadores rurales podían interrumpir su tarea para ingerir esa infusión. El clásico recipiente de esa bebida (o sea, el mate propiamente dicho) es el fruto de una planta que crece en el norte argentino, en Paraguay y en el sur de Brasil. ¿Cuál es su nombre común? En ambientes campestres, ¿a qué se llama mate cimarrón ? ¿Con qué otro nombre sigue siendo reconocido Hernando Arias de Saavedra?